Sólo en el último segundo se determina la victoria de los Bills sobre los Giants. Antes de eso, el running back Damien Harris sufre una grave lesión.

Los Buffalo Bills tenían la victoria esperada en el Sunday Night Game de la NFL, pero tuvieron que luchar por el triunfo ante los New York Giants hasta el final. El equipo de Josh Allen ganó 14:9 a los Giants, pero apenas pudo brillar.

La victoria se vio ensombrecida por la grave lesión del running back de los Bills Damien Harris. El portador del balón recibió un golpe en el cuello durante una jugada en el segundo cuarto y permaneció tendido en el césped durante varios minutos.

Harris, que pudo mover los brazos y las piernas, fue trasladado posteriormente al hospital.

Los favoritos perdían 6-0 en casa hasta el último cuarto, cuando el quarterback Allen dio la vuelta al partido con dos pases de touchdown a Deonte Harty y Quintin Morris.
Sin embargo, los Bills volvieron a verse presionados poco antes del final. Con el último drive, los Giants casi forzaron la victoria.

Pero Darren Waller no pudo atrapar el pase del quarterback Tyrod Taylor en la yarda 1. Se acabó la última oportunidad de darle la vuelta al partido.

Mientras los Giants (1-5) amenazaban con perder de vista los playoffs antes de tiempo con su cuarta derrota consecutiva, los Bills (4-2) consolidaron el segundo puesto de la AFC Este con la victoria.