Después de años de sufrimiento del evento Pro Bowl, la NFL está haciendo un movimiento exitoso con la renovación. Pero incluso esta versión dista mucho de estar madura. Un comentario.
Las Vegas ha aparecido en un nuevo esplendor – y con la Ciudad del Pecado, también lo ha hecho la NFL. La remodelación de la Pro Bowl ha encontrado la felicidad en la metrópoli del juego.
Los jugadores estaban encantados con el lugar, el proceso y la entrega: pasar de un partido a los Pro Bowl Games.
El fútbol bandera, en lugar del fútbol de contacto corporal -como en los juveniles-, la integración de los retos de habilidad en la puntuación y la construcción de los partidos de fútbol bandera en torno a las competiciones habían sido ridiculizados anteriormente, pero resultaron ser una medida acertada.
Flag Football no sólo devuelve la alegría infantil a los jugadores, el aficionado puede ver las emociones de los profesionales. Sin cascos ni protecciones, parecen más cercanos y los jóvenes se reconocen mejor en los jugadores de flag football.
El Desafío de Habilidades sólo como programa de televisión es contraproducente
El evento de la Pro Bowl había sufrido mucho en años anteriores, con una caída en picado del interés tanto por parte de los aficionados como de los jugadores, la renovación ha pulido ahora su reputación.
Pero la versión aún dista mucho de estar madura.
El primer día del Desafío de Habilidades, en particular, la NFL excluye al aficionado -salvo unos pocos cientos- de la acción.
Los retos, que muestran al profesional del fútbol haciendo algo más que fútbol, deberían acercarlo, pero la ejecución como puro espectáculo televisivo a puerta cerrada es contraproducente.
Más competiciones en los Skils Challenges
Sunday mostró: Los Skills Chalenges fueron los que más ambiente vieron en el Allegiant Stadium. Ya fuera Best Catch, Move The Chains o Gridiron Gauntlet, los aficionados animaron a sus favoritos. Especialmente esta última -una carrera de obstáculos por relevos- hizo vibrar a los aficionados.
¿Por qué no añadir una o varias rondas más al Gridiron Gauntlet para aumentar la emoción de la propia competición?
Y, sobre todo, ¿por qué no el balón prisionero, la ronda relámpago y los pases de precisión ante una sala llena?
La Pro Bowl vuelve a brillar, pero podría haber brillado aún más.
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