Los New York Giants acuerdan un megacontrato con Daniel Jones en la fecha límite, convirtiéndolo en uno de los quarterbacks mejor pagados de la liga. Por qué la franquicia se sintió obligada a hacer tal movimiento de pánico sigue siendo una incógnita y es probable que tenga consecuencias masivas – un comentario.

Cuatro años. 160 millones de dólares. Otros 35 millones de dólares posibles vía bonos.

Daniel Jones consigue su megacontrato con los New York Giants prácticamente minutos antes de la fecha límite.

Lo que los Giants estaban pensando con esta reacción instintiva es algo que nadie fuera de la franquicia puede entender realmente. Al principio, parece un puro acto de desesperación.

¿Pagar 48 millones de dólares al año -cuando entren en juego todas las bonificaciones- por un jugador que ha estado en liza desde el momento en que fue seleccionado en el draft y que, en su cuarto año en la NFL, podría empezar a justificar su papel como titular por primera vez?

Parece un chiste de escalera.

Daniel Jones es recompensado por unas pretensiones poco realistas

Hace apenas unos días, se informó de que los neoyorquinos habían ofrecido al jugador de 25 años 39 millones de dólares anuales, pero éste se había negado y exigía los 48 millones de salario anual que percibe ahora en el mejor de los casos.

Hasta hace poco, al mediapunta se le sonreía por sus exigencias completamente irreales, y no sólo a puerta cerrada.

¿Qué franquicia entraría en pánico y pagaría tanto de más a un jugador de su calibre? Esa era la opinión predominante.

En la «Gran Manzana», evidentemente, no se enteraron del batacazo.

Desde un punto de vista puramente deportivo, este costoso error de cálculo se pagará en los próximos años, aunque sólo se garanticen inicialmente 82 millones de dólares en los dos primeros años de contrato y se suponga que el límite máximo está significativamente menos lastrado en el primer año que, por ejemplo, por la etiqueta de franquicia.

El equipo no debería esperar de Jones grandes saltos de rendimiento análogos a su aumento salarial.

Daniel Jones no es un quarterback de élite

Aunque «Danny Dimes» tuvo un buen rendimiento en el tan esperado viaje a los playoffs de este año, una cosa no debería haber sido obvia hasta ayer: Jones no es un quarterback claramente por encima de la media y no puede convertir una franquicia en aspirante a largo plazo gracias a su calidad individual, como hacen los grandes de su gremio y se les paga en consecuencia.

Pero los Giants obviamente lo vieron de otra manera. Jones recibe ahora un salario entre la élite absoluta de los quarterbacks de la liga. Pero mencionarle siquiera al mismo nivel que las principales estrellas de su posición en torno al dos veces MVP Patrick Mahomes es una afrenta.

Pero Jones ahora tendrá que enfrentarse a los criterios de evaluación aún más estrictos para su rendimiento y estar a la altura de su monstruoso contrato.

Daniel Jones: El nuevo contrato es un malentendido sobrevalorado

Los Giants se han metido en un tremendo malentendido. Y en realidad es completamente innecesario, dado el potente mercado de quarterbacks – Lamar Jackson, tos, tos – y la fuerte clase del draft de este año.

¿Noches de insomnio permanentes para el gerente general Joe Schoen y compañía en la ciudad que nunca duerme? Ya nadie debería sorprenderse.