Los Buffalo Bills y el quarterback Josh Allen vuelven a estar entre los principales favoritos para los próximos playoffs. Sin embargo, a diferencia de años anteriores, esta vez la franquicia debe estar a la altura de las expectativas. Porque se acabó el tiempo de las excusas – un comentario.
«Ganar o irse a casa». Con estas palabras, el quarterback de los Bills Josh Allen se dirigió a la prensa de forma combativa antes del duelo contra los Miami Dolphins en la Ronda de Comodines de los playoffs.
El creador de juego está que arde. El equipo es fuerte, está muy motivado y tiene hambre de Super Bowl. El objetivo final que la franquicia, pese a su condición de cofavorita, ha dejado escapar una y otra vez en las últimas temporadas.
Buffalo sólo ha superado la Ronda Divisional una vez en las tres últimas temporadas, simplemente insuficiente.
Es un trago amargo dentro de la franquicia, y esta temporada deben centrarlo todo en el punto de no fallar en los porcentajes finales en la recta final esta vez en el duelo con la competencia.
Buffalo Bills: Crece la presión por llegar a la Super Bowl
La presión es grande, el equipo de élite en muchas posiciones. A lo largo de los años ha ido adquiriendo experiencia y mejorando tanto en anchura como en altura.
Para esta temporada, por tanto, una cosa está clara: la Super Bowl puede ser simplemente el único objetivo aceptable para la postemporada.
Con el jugador franquicia Allen, llegar una vez al Juego por el Campeonato de la AFC ha sido el máximo hasta ahora. Buffalo está más en deuda que nunca para que la «mafia de los Bills» salte por todas las mesas plegables disponibles del país en un frenesí de alegría, incluso más allá de las fechas de enero.
En un posible reencuentro con los Kansas City Chiefs en el Partido por el Campeonato, los Bills simplemente tendrán que mantener el tipo esta vez y poner en el campo su numerosa potencia para cuando se acabe el tiempo.
Pero si lo hacen, es probable que vuelvan a temblarles las rodillas.
Por un nombre: Patrick Mahomes.
El viejo némesis de Allen, que probablemente atormentará al quarterback de los Bills mientras duerme, especialmente en las semanas cruciales de la temporada. Ahora hay que superar este trauma, porque en Búfalo ya no se admiten excusas. No importa la forma que tomen.
Buffalo Bills: Los presagios no pueden ser mejores
Porque la NFL también hizo lo que pudo y cambió la regla del tiempo extra en la postemporada especialmente para los Bills tras su experiencia en pretemporada.
Y la cosa no quedó ahí. Tras la cancelación del partido por el paro cardíaco del safety Damar Hamlin y el duelo con los Cincinnati Bengals que posteriormente no se recuperó, el posible partido por el campeonato contra los Chiefs se jugará también en Atlanta -es decir, en una sede neutral- por razones de equidad.
Así pues, los presagios son más favorables que nunca, incluso lejos de la verdad sobre el terreno de juego. El resultado, sin embargo, eleva inevitablemente las expectativas del equipo, que ya no puede cegarse por su papel de favorito al título.
Se acabaron las excusas. Los Bills tienen que cumplir ahora.
Por ellos mismos. Para los aficionados. Y para Hamlin, también.
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