El traspaso de Geno Smith podría haber vuelto a poner en movimiento el mercado de quarterbacks de la NFL. Sam Darnold, en particular, desempeña un papel fundamental en este sentido.

¿Han cambiado de nuevo el rumbo del mercado de quarterbacks de la NFL los Seattle Seahawks con el traspaso de Geno Smith a los Las Vegas Raiders?

Después de seis años en los Seahawks, tres de ellos como titular, Seattle envió al creador de juego a Nevada a cambio de una selección de tercera ronda. Y, por supuesto, surge la pregunta: ¿quién será su sucesor?

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Un nombre que está en boca de todos es el de Sam Darnold. Con los Minnesota Vikings, el jugador de 27 años ha jugado su mejor temporada de la NFL con diferencia, y su contrato expira al final de la temporada de la liga el 12 de marzo.

Hasta ahora se decía que Darnold y los Vikings estaban trabajando para jugar juntos también la próxima temporada. Pero el traspaso de Smith podría haber echado por tierra estos planes.

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Porque, aunque el futuro en Minnesota parece pertenecer a J.J. McCarthy, elegido en primera ronda el año pasado, los Vikings quieren tener en su plantilla a un veterano que pueda actuar como reserva y/o mentor del joven.

Si Darnold se va, este papel podría recaer en Jones, que fue despedido el año pasado por los New York Giants y que posteriormente se incorporó al Practice Squad de los Vikings.

Sin embargo, según los informes, el jugador de 27 años también tiene varias opciones, por lo que no es seguro que se quede en los Vikings. En este caso, se dice que Aaron Rodgers estaría muy cotizado en Minnesota.

Sin embargo, esto plantearía problemas a los Giants, ya que últimamente se consideraban el destino más probable para Rodgers. Pero el cuatro veces MVP aún no ha decidido dónde quiere jugar la próxima temporada.

De todos modos, en el mercado de los quarterbacks solo parece estar claro una cosa: que nada está claro.