Los New York Giants firmaron un gran contrato al quarterback Daniel Jones la pasada temporada baja. Sin embargo, un playmaker universitario podría encontrar su camino a la Costa Este en el próximo draft

Los New York Giants se metieron el dedo en el bolsillo en marzo de 2023 para firmar un contrato de larga duración al quarterback Daniel Jones.

El quarterback firmó un contrato de cuatro años por un valor de hasta 160 millones de dólares, pero posteriormente la franquicia fue criticada por el movimiento. Esto se debe a que el playmaker no impresionó en los años anteriores, a pesar de que llevó al equipo a una victoria en la Ronda Wildcard en los playoffs de la temporada 2022.

Ahora Jones, que se perdió gran parte de la temporada pasada por lesión, podría tener un nuevo competidor a su lado. Según han informado varios medios estadounidenses, el propietario de los Giants, John Mara, ha dado permiso a su mánager general, Joe Schoen, y al entrenador jefe, Brian Daboll, para seleccionar a un quarterback a principios del próximo draft.

«Si se enamoran de un quarterback y creen que es digno de ser elegido el 6º o de hacer un traspaso por él, sin duda lo apoyaría», afirma Mara en declaraciones recogidas por «ESPN».

La clase de este año se considera tremendamente talentosa. Para conseguir uno de los mejores prospectos – Caleb Williams, Jayden Daniels, J.J. McCarthy y Drake Maye – podría ser necesario un canje. Al parecer, los Giants también se han dado cuenta de ello, han hecho los deberes y ya se han fijado en varios playmakers.

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«Fueron a algunos de los Pro Days, tuvimos a algunos de esos chicos allí. No creo que estén cerca de tomar una decisión final sobre qué camino vamos a tomar todavía. Las discusiones tendrán lugar en las próximas semanas», prosigue Mara.

Incluso en el caso de que los «Hombres G» tengan en sus filas a un novato junto a Jones en 2024, eso no significa necesariamente el fin del primero: «¿Por qué no hacer que ambos compitan entre sí? Que compitan entre ellos y que gane el mejor».

Sin embargo, Mara quiere mantenerse al margen de la decisión final, al menos en lo que respecta a los aspectos deportivos: «Dejaré que el director general y el entrenador jefe confeccionen la plantilla. Aquí llevamos muchos años trabajando de la misma manera. Si están convencidos de un jugador, no interferiré». Sin embargo, si tiene dudas sobre el carácter del jugador, intervendrá