Con la decisión de no prohibir el Tush Push, los propietarios de la NFL finalmente se adhieren al principio de que una buena defensa no se hace en las salas de negociación, sino en el campo. Pero también está claro que los coordinadores defensivos tendrán mucho trabajo por delante. Un comentario.
El tush push sigue vivo, y eso es bueno.
Por un momento, parecía que la propuesta de los Green Bay Packers para prohibir esta jugada iba a prosperar. Según «The Athletic», dos comités se habían pronunciado a favor de prohibir esta jugada, en la que los compañeros empujan o tiran del jugador que lleva el balón para que cruce la línea de scrimmage.
Sin embargo, al final no se alcanzó la mayoría necesaria de 24 votos entre los propietarios de los equipos de la NFL por dos votos. Para muchos aficionados de la NFL, esta jugada, a menudo poco estética y que dominan a la perfección sobre todo los Philadelphia Eagles, es una espina clavada.
Y, sin embargo, la votación es una decisión en beneficio del deporte.
El argumento principal oficial para prohibir el tush push era el supuesto alto riesgo de lesiones que entraña esta jugada, especialmente para el jugador que es empujado por sus compañeros hacia la defensa. Sin embargo, este argumento carecía de respaldo estadístico: ¿lesiones importantes tras tush pushes en la NFL? ¡Ninguna!
Pero no es una victoria de la comodidad
El propietario de los Eagles, Jeffrey Lurie, señaló por su parte los riesgos de lesión que conllevaría la prohibición del tush push: en su lugar, se volverían a jugar más jugadas de quarterback sneak, que convertirían a los quarterbacks en blancos indefensos.
El exjugador de los Eagles Jason Kelce también se ofreció a los propietarios de los equipos para evaluar el riesgo de lesiones. Su conclusión: «Si solo tuviera que hacer 80 tush pushes para volver a la NFL, lo haría sin dudarlo. ¡Sería el trabajo más fácil del mundo!».
Los 31 de los 32 equipos podrían haberlo tenido muy fácil al votar a favor de eliminar sin más una de las armas más poderosas del actual campeón.
Habría sido una victoria de la comodidad. En lugar de eso, un número suficiente de equipos ha complicado el trabajo de sus propios coordinadores defensivos y ha mantenido viva la jugada.
Y eso es precisamente lo que representa el espíritu del fútbol americano. Porque una buena defensa no se hace en la mesa, sino en el campo.
Comments
No Comments