Una deslocalización de los Kansas City Chiefs parece cada vez más realista. Sin embargo, el gobierno de Missouri quiere evitar la marcha de la figura deportiva con un nuevo plan

El futuro de los Kansas City Chiefs y del equipo de la MLB Kansas City Royals en el estado de Misuri pende actualmente de un hilo. Después de que el pueblo de Misuri rechazara en abril un uso proporcional del dinero de los impuestos para construir nuevos estadios para ambos equipos, el vecino estado de Kansas ve su oportunidad.

Pero Misuri aún no admite la derrota. «Vamos a asegurarnos de conseguir el mejor acuerdo posible», declaró el Gobernador Mike Parson. Según él, el gobierno ya está trabajando en un plan alternativo para evitar que los dos equipos se separen. No dio más detalles.

Los Chiefs están vinculados por contrato al estadio Arrowhead hasta 2031, mientras que los Royals ya han anunciado que no quieren jugar en el estadio actual más allá de la temporada 2030.

Los planes originales eran renovar el Arrowhead Stadium con un coste de 800 millones de dólares. Los Royals iban a conseguir incluso un estadio completamente nuevo en el centro de la ciudad por 2.000 millones de dólares. El proyecto iba a financiarse con una nueva ley fiscal que sustituyera a otra ya existente. Sin embargo, el 58% de la población votó en contra.

Mientras tanto, Kansas ya se ha posicionado y ha dado luz verde para entrar en la fase de planificación de la construcción de los nuevos estadios. «El estado está preparado para convertirse en líder del deporte profesional», declaró la Gobernadora Laura Kelly.

Parson se lo toma con deportividad. «No puedo culparles por intentarlo», dice refiriéndose a los esfuerzos del estado vecino, y explica: «Si yo estuviera en esa situación, probablemente haría lo mismo. Pero seremos competitivos».

Sin embargo, es probable que el propio Parson ya no tenga voz en el proyecto. Su mandato como gobernador termina en enero de 2025 y ha anunciado que no convocará una reunión extraordinaria del gobierno sobre el tema antes de esa fecha. Queda por ver, por tanto, cuánto está dispuesto a invertir su sucesor en mantener los equipos.