El «lunes negro» de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) ya ha golpeado dos veces: los Comandantes de Washington y los Halcones de Atlanta han separado sus caminos con sus entrenadores en jefe el día después de la final de la ronda principal.

En Washington, la colaboración con Ron Rivera, cuyo equipo sólo consiguió cuatro victorias y 13 derrotas en la pasada temporada, ha llegado a su fin. Rivera fue contratado por los Comandantes en 2019 y el equipo de la capital estadounidense solo alcanzó los play-offs en la primera temporada bajo el mando del entrenador jefe.

La etapa de Rivera en Washington se caracterizó por circunstancias especiales: El técnico, de 62 años, fue diagnosticado de cáncer de piel en 2020 y estuvo en el banquillo en todos los partidos a pesar del tratamiento en curso. Rivera se considera curado desde enero de 2021.

Los Atlanta Falcons ya habían anunciado la destitución de Arthur Smith esa misma noche; en las tres temporadas con el entrenador en jefe, no hubo ninguna aparición en los play-offs ni ningún balance positivo de la temporada. Al final de la temporada, Atlanta cayó el domingo 17:48 ante los New Orleans Saints, perdiendo la segunda parte 0:31.

«Decisiones como ésta nunca son fáciles y nunca sientan bien», dijo el propietario del club, Arthur M. Blank. Aunque Smith «ha ayudado a construir una buena cultura en nuestro equipo de fútbol», los resultados no han estado a la altura de las expectativas de la franquicia.