Tras el despido del entrenador jefe Robert Saleh, Aaron Rodgers se defiende de las informaciones que apuntan a que tuvo algo que ver.
Aaron Rogers se ha defendido de las afirmaciones de que fue en parte responsable del despido de Robert Saleh como entrenador jefe de los Jets de Nueva York.
El quarterback estrella de los Jets rechazó estas acusaciones como «ridículas y patentemente falsas» en el «Pat McAfee Show». Saleh fue incluso una de las razones por las que se trasladó a Nueva York en primer lugar.
No obstante, Rodgers se mostró divertido por el «gran poder que la gente» le atribuye. «Yo no tengo ese poder», continuó el jugador de 40 años.
Anteriormente, «Fox Sports» había informado de que la relación entre Rodgers se había resentido mucho esta temporada y que la destitución del entrenador jefe equivalía a un golpe de estado iniciado por Rodgers.
Sin embargo, Rodgers sólo tuvo palabras positivas para Saleh: «Es una persona fantástica y un entrenador de fútbol condenadamente bueno».
No sólo tiene una relación especial con él, continuó Rodgers: «He llegado a conocer bien a su familia a lo largo de los años. Es un hombre de familia, tiene siete hijos y una esposa increíble». »
Practicó lanzamientos junto a Adam, uno de los hijos de Saleh, en el campo de entrenamiento, dijo Rodgers. Está especialmente preocupado por él: «Espero que no tenga que escuchar ningún comentario desagradable en la escuela por parte de los hijos de padres pobres. »
Rodgers da la razón de la llamada del dueño de los Jets, Johnson
Rodgers sí confirmó que el dueño de los Jets, Woody Johnson, le llamó la noche antes del despido de Saleh. Sin embargo, Johnson sólo preguntó por su bienestar y no abordó en absoluto la cuestión del entrenador
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