Joe Burrow va a por todas en la carrera por la Super Bowl y está presionando mucho a los Cincinnati Bengals. Esto puede funcionar a la perfección, pero también puede ser contraproducente. Un comentario.

Joe Burrow está motivado. Decidido. Impulsado.

Está claro: este jugador de 28 años ve que sus Cincinnati Bengals tienen mucho talento en el equipo, y lo han tenido durante años. Y durante el mismo tiempo, la victoria en la Super Bowl ha sido como una carga invisible para el equipo.

Sobre todo después de perder la final de la temporada 2021 contra los Los Angeles Rams.

Burrow tiene a su lado a gente como Ja’Marr Chase y Tee Higgins, con los que se entiende casi a ciegas. Que, como él, tienen potencial para más. Que juntos son una promesa.

Burrow conoce este raro triángulo ofensivo, pero también sabe que una ventana de Super Bowl no está abierta para siempre y que el tiempo para las oportunidades en la NFL es limitado.

Cincinnati Bengals: apoyo de Joe Burrow

Por eso quiere apoyar a los Bengals incluso con una reestructuración de su contrato, para que Chase y Higgins, así como el pilar defensivo Trey Hendrickson, puedan ser retenidos con nuevos acuerdos.

La pandilla debe permanecer unida.

Un escenario casi romántico, si dejamos de lado que se trata sobre todo de dinero. Pero, por supuesto, los Bengals estarían dando una señal.

A la competencia. A otros jugadores. Y, por último, pero no menos importante, a su propia tropa.

Todo o nada. Todo por la Super Bowl. El gran objetivo.

«Los Eagles pagan a todos. Ese parece ser el camino correcto. Hagan lo que hagan», dijo Burrow sobre los nuevos Philadelphia Eagles, los ganadores de la Super Bowl.

Que sea realmente el camino correcto depende siempre de cómo se recorra esa delgada línea. Porque agitar un grueso fajo de billetes no convierte automáticamente a un equipo en aspirante.

Joe Burrow marca el rumbo

Pero al menos Burrow marca ahora más o menos el rumbo de los Bengals. Lo cual es un escenario de ensueño, porque Burrow va por delante como líder indiscutible, deja claro lo que quiere y no se anda con rodeos. Sobre todo, no solo habla, sino que también actúa.

Así, de paso, se perfila aún más el propio perfil.

Y, al mismo tiempo, hace responsables tanto a los directivos como al equipo. En el podcast Pardon My Take, explicó cómo se lo imagina: «Se podría convertir parte del dinero en un bono de firma, lo que reduciría el cap hit», dijo Burrow.

Y continúa: «Pueden aplazar parte del dinero hasta el final del contrato. Esto reduce el cap hit. Y cuando lleguen al final del contrato, pueden reestructurarlo y convertirlo en un signing bonus. También pueden simplemente aceptar menos dinero».

Podría, debería, tendría. Pero el mensaje es claro: todos deben remar en la misma dirección y contribuir a la causa común.

Cincinnati Bengals: nada de medias tintas

Es un escenario de ensueño, pero con mucho potencial de estallido. Porque si los responsables eligen otro camino o simplemente la cagan, ofenderían a su quarterback estrella y posiblemente también a las otras estrellas.

Las consecuencias podrían ser desagradables, hasta el punto de perder a los pilares mencionados. Entonces habría que empezar de nuevo. En el peor de los casos, con un quarterback sin servicio.

Por eso no solo Burrow, sino también los Bengals, deberían estar decididos.