Antonio Pierce culpa a otros de los males de los Raiders – pero ahora también está bajo presión. Un comentario

Las primeras cabezas han rodado en los Raiders de Las Vegas. Tras la clara derrota por 24:41 ante los Cincinnati Bengals, tres entrenadores han tenido que hacer las maletas.

El coordinador ofensivo Luke Getsy, el entrenador de línea ofensiva James Cregg y el entrenador de quarterbacks Rich Scangarello fueron relevados de sus funciones el domingo.

El entrenador en jefe Antonio Pierce explicó la decisión diciendo que sentía que se necesitaban cambios urgentemente.

Dado el récord de los Raiders en lo que va de temporada – 2-7 después de nueve partidos – esos cambios ciertamente no salieron de la nada – pero ¿son los correctos?

El propio Pierce es el principal responsable de la miseria de los Raiders. Sin embargo, culpa a los demás, un error que se hará evidente.

Al final de la temporada, como muy tarde, los Raiders tendrán un entrenador diferente en el banquillo.

Pierce cae en el accionismo

Ciertamente, con 17 touchdowns anotados, los Raiders están en el tercio inferior de la liga. Eso se debe en parte a los entrenadores ofensivos. Pero también a Pierce.

Especialmente porque las cosas se ven aún peor estadísticamente en defensa. Con 233 puntos permitidos, los Raiders tienen el tercer total más bajo de la NFL esta temporada.

Entonces, ¿cuáles son los argumentos a favor de mantener al coordinador defensivo Patrick Graham pero despedir a Getsy y sus colegas ofensivos?

Parece un poco como si Pierce hubiera caído en el accionismo

Pierce puso a Getsy bajo presión

Casi hay que defender a Getsy -que también anunció algunos movimientos cuestionables-. Pierce ya le había advertido hace días y dijo públicamente que la «dirección de juego tenía que mejorar» y que el «director de juego tenía la culpa de algunas oportunidades de anotación perdidas».

Sin embargo, hay que reconocer que el material de jugadores del que ha dispuesto últimamente no tiene rival en la NFL. Y no lo digo en sentido positivo.

Con cerca de 1.500 yardas de pase, el quarterback titular Gardner Minshew tiene una de las peores estadísticas de la liga. Contra los Bengals, incluso fue sustituido por el reserva Desmond Ridder al final.

Lo que los dos playmakers tienen a su disposición en cuanto a receptores de pases tampoco es moco de pavo. A más tardar tras el trade de Davante Adams a los New York Jets, los únicos receptores abiertos notables que quedan son Jacobi Meyers y Tre Tucker. Dos receptores que tendrían que luchar por un puesto como titulares en equipos punteros de la NFL.

En cuanto a los running backs, basta con mirar las estadísticas. El cuerpo de RB de Alexander Mattison y Zamir White es el 31º de la liga en yardas de carrera

Pierce está bajo presión

Puedes ver que Getsy tenía recursos limitados a su disposición. Por supuesto, lo mismo ocurre con Pierce. Pero a diferencia del antiguo coordinador ofensivo, el entrenador jefe tiene otra voz en la planificación de la plantilla.

La plantilla de los Raiders carece de calidad en todos los aspectos. Sin embargo, como entrenador en jefe, es responsabilidad de Pierce sacar lo mejor de ella. El veterano linebacker de la NFL aún no lo ha conseguido esta temporada.

Quien le suceda como coordinador ofensivo es irrelevante. Quién sea la próxima cabeza que ruede en la «Ciudad del Pecado» debería estar claro.

Tras cinco derrotas seguidas y culpar a Getsy y compañía, Pierce se encuentra ahora bajo mucha presión.

Debe aprovechar al máximo su última oportunidad, de lo contrario ya no estará en la línea de banda de los Raiders al final de la temporada.