Josh McDaniels fue despedido por los Raiders de Las Vegas esta semana. Una reunión previa había acelerado el remolino negativo

Cuando un entrenador abandona el vestuario, suele ser el principio del fin de su mandato. En muchos casos, la complicada relación entre entrenador y jugadores no se hace pública después.

En el caso de los Raiders de Las Vegas, un informe de Ian Rapoport, insider de la NFL, muestra lo tensa que era la relación interna entre los jugadores en torno a Davante Adams, Josh Jacobs y Jakob Johnson, por un lado, y el ex entrenador Josh McDaniels, por otro.

Hubo una reunión el jueves antes del partido contra los Detroit Lions (14:26) que fue bastante. Jugadores y entrenadores asistentes criticaron a McDaniels y pusieron sobre la mesa las cosas que, en su opinión, iban mal: Correcciones excesivas, reuniones largas, la forma en que McDaniels intentaba responsabilizar a los jugadores y culpar a los jugadores de los problemas en la creación de jugadas.

Se suponía que la reunión abierta y honesta resolvería los problemas de los Raiders, que en ese momento estaban 3-4. Pero según Rapoport, las cosas sólo empeoraron. Los observadores informaron que se hizo evidente durante la sesión de entrenamiento posterior que el mandato estaba llegando a su fin.

McDaniels era «una sombra de lo que fue», según Rapoport. «Las fuentes describieron a McDaniels como mucho menos involucrado de lo habitual durante el entrenamiento – mucho como un espectador», continuó Rapoport.

Josh McDaniels: Como si no hubiera estado presente

Según el informe, McDaniels aparentemente trató de aceptar y actuar sobre la crítica retrocediendo, «pero el contraste en su comportamiento fue tan marcado que una persona presente dijo que sintió que McDaniels no estaba realmente presente», dijo Rapoport.

Lo que también explica el rápido final en Halloween: el propietario Mark Davis no se había quedado de brazos cruzados, se había reunido con jugadores importantes como Adams o Jacobs para cenar y estaba al tanto de los numerosos problemas.

Al final, Davis había visto suficiente durante las 14:26 en Detroit. Tiró del freno de emergencia la noche de Halloween y despidió a McDaniels y al GM Dave Ziegler. Antonio Pierce asumió el cargo de entrenador interino.