Los Buffalo Bills llegan al partido contra los Jacksonville Jaguars en Londres como claros favoritos desde el punto de vista deportivo. Sin embargo, tienen un obstáculo que superar en la preparación del partido. Para ello, Josh Allen y compañía están recurriendo a métodos a veces inusuales.
A pesar del habitual disparo de frases clásicas sobre lo agradecido que está de jugar en Londres, el entrenador jefe de los Bills, Sean McDermott, parecía sólo parcialmente feliz cuando compareció ante los periodistas en el campo de entrenamiento de Watford el viernes. A continuación, el técnico de 49 años explicó por qué sólo permitió al equipo realizar un calentamiento en la sesión de entrenamiento del viernes.
«Normalmente, hoy habríamos tenido una sesión de entrenamiento a todo ritmo. Sin embargo, la falta de sueño nos ha obligado a tomar esta medida. Tenemos que pensar también en la salud mental», explicó McDermott.
Los Bills realizaron sus dos primeras sesiones de entrenamiento de la semana el miércoles y el jueves en Buffalo, antes de viajar a Londres el jueves por la noche. Desde el aeropuerto, se dirigieron directamente al campo de práctica – cualquier cosa menos la preparación ideal para el barnburner del domingo.
Bills: La preparación ya empieza en el avión
Para hacer más o menos llevaderas las penurias del viaje, los Bills recurrieron a algunos métodos inusuales: «Confiamos plenamente en nuestros científicos deportivos. Hicimos ejercicios de sueño antes y durante el vuelo para que pudiera dormir el mayor número posible de jugadores», dijo McDermott, describiendo la preparación algo diferente para el partido.
Si depende de un auxiliar de vuelo, el personal de los Bills hizo un buen trabajo al menos en este aspecto: «Me dijo: ‘Ha sido el vuelo más tranquilo en el que ha estado nunca'», reveló además el entrenador de los Bills.
Además, para los jugadores que no conseguían pegar ojo ni con ejercicios de sueño, aún quedaban remedios terrenales.
Josh Allen: El cansado candidato a MVP confía en la cafeína
«No soy muy cafetero, pero este del hotel está muy rico», bromeó el quarterback estrella Josh Allen. Añadió que sabía, por supuesto, que Inglaterra es en realidad más conocida por el té que por el café.
El jugador de 27 años no ocultó la inusual tensión que soportan los Bills esta semana: «Ya estoy muy cansado, no hay nada que endulzar. Ahora mismo estoy sudando mucha cafeína».
Sin embargo, en términos de su rendimiento personal o el del equipo, este hecho no debería importar: «Vamos a jugar al fútbol americano el domingo, como hemos hecho todos los domingos desde que éramos niños.» Con esto, el candidato al MVP, que ha conseguido diez touchdowns anotados en las últimas tres semanas, se pone claramente a tono con su equipo y consigo mismo.
El receptor estrella Stefon Diggs tampoco pone excusas: «Nunca he sido el gran dormilón. Así que no debería importarnos. Cuando nos desafíen, tenemos que estar ahí».
Contra unos descansados Jacksonville Jaguars, que se prepararon toda la semana en Londres, desde luego no es el peor planteamiento.
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