La dimisión de Jon Gruden en Las Vegas era la única consecuencia correcta. Por él mismo y por la NFL. En la búsqueda de más diversidad y tolerancia, la liga aún tiene mucho trabajo por hacer. El escándalo es la prueba de un doble rasero, entre bastidores, dice el editor de ran Julian Huter.
Munich – La dimisión de Jon Gruden como entrenador de los Raiders no tuvo alternativa. Sobre todo porque las disculpas del veterano experto en televisión no mostraron ningún remordimiento real. Lamentó su elección de palabras, pero ciertamente no era un racista, subrayó el entrenador. No había ningún rastro de autorreflexión.
Porque Gruden tenía suficiente experiencia ya entonces para saber que el contenido de sus correos electrónicos era inaceptable. Es precisamente este tipo de pensamiento el que está en la raíz del racismo que sigue firmemente anclado en algunas partes de la sociedad moderna. Lo mismo ocurre con las declaraciones sexistas y homófobas. Pensamiento que aparentemente se mostró abiertamente a puerta cerrada en la NFL.
La NFL tarda en destapar el escándalo de Gruden
La pregunta es por qué la liga ha tardado tanto en descubrir o responder a este escándalo. Las aspiraciones de mayor sensibilidad, tolerancia y diversidad parecen una palabrería hueca.
Un total de 650.000 correos electrónicos habrían sido examinados en el curso de la investigación de la NFL en torno al equipo de fútbol americano de Washington, según «ESPN». Mientras que Gruden se enfrentó a las consecuencias, a Dan Snyder se le permite continuar como propietario del equipo de fútbol americano de Washington. Un ejemplo de doble moral.
Una cultura laboral tóxica, el sexismo y el acoso especialmente contra las mujeres. Todo esto, aparentemente, importa mucho menos a los guardianes del código de conducta si la persona en cuestión tiene suficientes miles de millones en su cuenta.
No hay espacio para Kaepernick y Reid, pero sí para Gruden
Es difícil imaginar que la investigación no haya encontrado pruebas incriminatorias contra Snyder u otros altos dignatarios de la NFL.
Es igualmente improbable que el propietario de los Raiders, Mark Davis, nunca hubiera oído hablar de los inaceptables comentarios de Gruden cuando lo entrevistó para el puesto. Colin Kaepernick y Eric Reid no consiguen ni siquiera un puesto de reserva. Gruden, que tiene un récord de 67-81 desde que ganó la Super Bowl con los Buccaneers, obtuvo un contrato de 100 millones de dólares. Un sabor agrio.
La NFL aún tiene mucho trabajo por hacer
Quizás la NFL ya esté planeando otras medidas como parte de su investigación. Sería deseable. La liga está comunicando públicamente que quiere cambiar. El racismo, la misoginia y la homofobia en el lugar de trabajo, que han sido habituales durante años, no deben seguir siendo tolerados.
Un encomiable cambio de rumbo. Excepto que parece bastante hipócrita cuando los más poderosos de la NFL no la cumplen a puerta cerrada. El escándalo de Gruden es sólo el último ejemplo. La NFL aún tiene mucho trabajo por delante.
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